Cada arte marcial es un mundo único, con principios, conceptos, filosofía, historia, técnicas, reglas, símbolos y uniformes específicos.  El actual enfoque competitivo y comercial dado a éstas, les está minando su soporte ético, moral y filosófico.  Si sólo nos preocupamos por desarrollar nuestras habilidades físicas, nada nos diferenciará de un peleador callejero.  Si queremos ser verdaderos artistas marciales, debemos preocuparnos por todos estos aspectos: Historia, filosofía, ética, moral, etiqueta, reglas, entre otros.

Teniendo en cuenta lo anterior, el Hap Ki Do Joong Do Ryu adoptó los fundamentos filosóficos de los Hwa Rang Do (Los padres de las artes marciales coreanas), como sus principios personales.  Un conjunto de virtudes que debemos cultivar todos (Dirigentes, instructores, practicantes y allegados):